Cuando vas a alguna actividad psico-espiritual lo común es ir con un propósito con el que trabajar. Es posible que en algunas vayas con un propósito bien definido; en otras es posible que este sea mas bien difuso. Todo depende mucho de las circunstancias que te rodeen en tu día a día (enfermedades propias o de personas cercanas, conflictos laborales/familiares, pajas mentales, etc.).
Hoy he asistido a un viaje con tambor chamánico y se ha dado de nuevo el causal. Normalmente suelo dejar abierto el propósito, ya que por experiencia, cuando vas con uno, después depende mucho la energía de la sala, del grupo y del momento. Lo que inicialmente habías planeado, se derrumba como un castillo de naipes y termina siendo otra cosa. A esto se lo llama SOLTAR EL CONTROL y NO GENERAR EXPECTATIVAS. Cuando sueltas el control, es cuando abres la posibilidad a que se de la magia y aparezcan cosas distintas de como las habías proyectado inicialmente. Este es un momento al que te abres a la posibilidad a otros caminos (y grandes interrogantes también).
Con la introducción de la chamana, dentro de mi cabeza no paraba de resonar «tengo claras mis inquietudes, la otra es como afrontarlas», así que mi propósito finalmente ha sido: «¿Qué es necesario para que mi entorno sea mas apacible?».
Mientras las otras personas iban descubriendo su nombre y propósito en la rueda de presentación, mi cabeza se ha puesto a decir chorradas y obviedades varias. Comparando el propósito de las otras personas con el mío, analizando si el propósito era acertado o no, tratando de adivinar la respuesta (¡os lo juro, ha aparecido 42 otra vez!), etc. ¡Vamos todo esto!… signo inefable de que me estaban saltando de nuevo las alarmas.
El trabajo ha empezado con una relajación para conectar con el cuerpo. Poco a poco, mi mente se ha ido acallando mientras el tambor iba sonando a un ritmo pausado. A continuación hemos entrado en los espacios de poder de cada uno, lo hemos observado y contactado con nuestro animal de poder.
A los pocos segundos, el ritmo del tambor ha aumentado de frecuencia e intensidad, y se nos ha brindado la posibilidad de entrar en un espacio de estado alterado de consciencia. Ahí se nos ha expresado a cada uno de los participantes una respuesta a nuestro propósito.
En mi caso, en mi interior ha retumbado tres veces la frase «Observa tus miedos». Ninguna visión, ninguna sensación, ninguna luz, todo oscuro, muy claro. Tras el microletargo (que no me ha parecido mas largo de un minuto) me ha empezado a entrar una profunda sensación de abandono y tristeza. Pocos segundos mas tarde, a la que ha entrado la mente, de resignación, enfado y charlatanería varia.
Tras el batiburrillo de pensamientos, emociones y sentimientos, ha sido el momento de dar una primera interpretación a la respuesta ofrecida para poder exponerla al grupo: «Observa tus miedos».
Los miedos son aquellos que nos protegen de que suframos daño y se adquieren a partir de experiencias pasadas. Por ejemplo, no pondremos durante mucho rato la mano en el fuego, porque nos quemaremos.
Aunque también pueden ser cosas como: que has ido de buena fe a hacer algo y has salido roto de la situación. [ESPACIO-PARA-TRAUMAS-PERSONALES-VARIOS-DEL-LECTOR].
Por los andares de la vida, tengo ya unas cuantas historietas a contar. Cada grieta interna trae consigo un miedo asociado. Éstos conforman un seguido de reacciones automáticas, que en ciertas situaciones te generan sensaciones de pavor, paralización y rechazo.
La respuesta como tal me ha confrontado y me ha generado MIEDO (a abandono y rechazo). Al aparecer, la he conectado con esta sensación de inquietud que me ha llevado a formular el propósito. Esta inquietud que me hace estar insegura cuando miro hacia el futuro inmediato (si miro hacia mas futuro, ahora mismo me derrumbo).
La cuestión es, ¿Qué significa en realidad «Observa tus miedos»? ¿Qué mensaje trae consigo esta respuesta?
Le doy dos interpretaciones:
– La primera es, trata de recopilar todo aquello que has (mal)aprendido en situaciones pasadas, que te han roto y son causa de miedos en el presente, vuelve a vivirlas y aprende de ellas.
– La segunda, jódete con esto y pa’lante como buena 6 contrafobica fuerza.
Como todo trabajo personal, si no lo aplicas en tu día a día, según mi opinión estás directamente derrochando dinero, así que manos a la obra:
Hay una inquietud que me lleva a estar en una sala llena de personas con quienes tengo inquietudes varias a trabajar, mas inquietudes varias que tengo (¡buen cóctel!). Sale una pregunta sobre estas inquietudes (personales y laborales) y de ella, tras una mirada profunda hacia dentro, sale una respuesta. Una respuesta que por mi asombro no me sorprende y aún así me confronta.
Estoy al principio de un cambio importante (mas reuniones, mas contactos, mas trabajo, proyectos que arrancan el vuelo, mas responsabilidad, etc.), algo que llevaba tiempo deseando y ahora que estoy a las puertas, me cago encima; tengo el miedo evidente a que las cosas se tuercen y que no todo sea coser y cantar (aka falta de confianza).
Con el nivel de consciencia que tengo ahora, soy capaz de ver lo que no estuvo bien en el pasado. Me doy cuenta que estas conforman mi personalidad y ante ciertas situaciones o personas, reacciono de una forma u otra. Cuando la cosa fluye, es bien, cuando la cosa se atasca, ¡aquí hay algo! como en todo, para poder resolver un problema, lo primero de todo es identificarlo, para después poder analizarlo y finalmente actuar. Recomiendo leer el artículo sobre las proyecciones.
La respuesta me dice que debo tener el valor de hacer aquellas cosas que me dan miedo, confrontarlo, que no da tanto miedo como siento, darme cuenta de que he mejorado, de que ya llevo algunos logros en la espalda y que si se falla, tampoco se termina el mundo; está la posibilidad de ir reparando los errores y las cosas por el camino. Eres humano, está permitido equivocarse y no montar un trauma por ello (tu y los otros).
La otra es aprender de los errores y actuar según lo aprendido. No todos los recuerdos almacenan miedo, hay muchos otros que almacenan momentos maravillosos, tranquilidad, conocimiento y sabiduría. Cuanto mas practicas más fácil y apacible se vuelve todo (tanto dentro como fuera). Date la oportunidad de experimentar, de abrirte y de crecer.
La última es la perseverancia en seguir trabajando, en seguir obrándose.