Empezamos inaugurando una nueva categoría, Diccionario. Esta categoría pretende recopilar todo de palabrejas que nos van a ser útiles para entender algunas de las entradas que se vayan publicando.
Una de las cosas en la que me encontraba atascada para iniciar este blog era cuál sería la dinámica y los temas a publicar. Con el paso de los días estoy viendo que la mejor forma es publicar sobre aquellos temas y cuestiones que me encuentro en el desarrollo de mi día a día y tratar de hacerlo de forma un tanto peculiar (vamos, sin complicarme mucho la vida). ¡Igualmente, también ya tengo unos cuantos temas pensados!
Hoy traigo conmigo la palabra Empatía (una de las cosas que deseo compartir con este humilde proyecto de blog, alquimiapersonal.net).
El otro día le comentaba a una persona bastante inflexible a la hora de tomar decisiones (o imponer su opinión), que «una de las cosas que he tenido que aprender éstos últimos años es la empatía» y que no le iría nada mal ser un poco mas empatica (aclaración: estábamos en un entorno de confianza). Todos sabemos su definición, pero de aquí a realmente sentirla en nuestras células y lo más complejo todavía, llevarla a cabo de forma equilibrada, hay un trecho.
En la web significados.com dice: La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo. La palabra empatía es de origen griego «empátheia» que significa «emocionado».
Teóricamente nos educan para que sepamos trabajar en equipo, aunque desde una óptica individualista y competitiva. Yo (como individuo) aporto algo al grupo/persona y ahí me quedo. Una cosa que no nos enseñan tan bien, es que tenemos que aprender a gestionar nuestras emociones.
Por ejemplo, cuando tenemos que tomar una decisión con otra persona o grupo de personas, si la decisión es la nuestra, te sientes eufórico, ¿cierto?, pero cuando la decisión te va en contra, simplemente y llanamente, ¡te jodes!
Esta sensación la has vivido múltiples veces en entornos escolares, laborales, familiares y sociales; si encima eres poco agraciado con la comunicación o tus ideas suelen ser estrafalarias (o demasiado complejas/simples), ¡jódete por dos!
Para calmar el bálsamo del jódete y cortar todo lo dañino que significa el jódete (y si hay cosas NO SANADAS… ¡rienda suelta!), existe otro bálsamo mas dulce, la empatía. ¿Pero que coño dices ahora? ¡Si me acaba de ganar éste inútil, además me acaba de humillar!, ¡a mi (aka ego)!
aka: also known as – conocido como
Para evitar todo este revoltijo de emociones que son la base de muchos de nuestros problemas, en lugar de perder fuerza gestionando problemas innecesarios, ¿porqué no te paras un simple momento y das un paso hacia atrás? ¿porqué no miras mas globalmente? Ser empático (y que tus interlocutores también lo sean) es una gran forma de aprovechar la energía para crear mejores sinergias y crear entornos mas inclusivos e humanos (e intuyo también que a otros planos dimensionales).
¿Cómo se empieza pues? Os voy a contar un truqui que uso:
Tal como pone una pegatina en mi portátil, ¿Sabías que el error más común es suponer en vez de preguntar?
Esta pegatina me recuerda que debo ser una persona mas empática. Uno de mis principales problemas (común a muchos profesionales de mi ramo), es la falta de empatía. Al trabajar con ordenadores, te pasas el día mandando y orquestando (no es de estrañar que éste mundo esté lleno de insensibles, desalmados y descorazonados como los BOFH). Entiéndelo, cuando estás en otro plano dimensional, tú y tus cosas todas ordenaditas (CONTROL), a la que bajas al plano en el cuál hay humanos (capa 8 = KAOS), es un gran shock. ¿Te suena esto? (cambia mi ramo por el tuyo).
BOFH: Bastard Operator From Hell, referente al administrador de los sistemas adiosado y coronado por la divinidad del superusuario del sistema, root! que puede tratar a todo el mundo como plebeyos, inferiores e inútiles (lusers).
Recomiendo éste blog sobre historias BOFH (mundo wdg). El post palo palito es un gran aprendizaje sobre la empatía.
¿Pero a qué huele la empatía?
Primero de todo tienes que darte cuenta que ahí fuera hay un mundo y que tu formas parte de él. Éste mundo de ahí fuera, retroalimenta lo que tienes aquí dentro (así que te interesa -o debería interesarte…-). Tal como te he dicho, te han enseñado a ser individualista y competitivo y si te has dejado alguna lección por el camino, es posible que se rompan cosas. Cosas que hacen que esta sociedad sea tal como es (con sus pro y sus contra).
El segundo paso, es observar, observar y observar, ¿qué está ocurriendo? ¿qué necesidades tiene esta persona o grupo de personas? ¿cuál es su historia? y si aún así sigues con dudas, ¡PREGUNTA! hay un momento mágico y sutil en el que entiendes ¿qué le ha llevado a ésta persona a tomar esta decisión en concreto? ahí es cuando empiezas a empatizar con esta persona o grupo de personas. Te pones en su piel, te conviertes en un instante en éste otro «YO» y puedes ver otras opciones en un flash, ¡ahí te pones a trabajar!. Quizás no podrás percibirlo exactamente como lo percibe la otra persona. Si aún así hay dudas, otra vez y repite conmigo, ¡PREGUNTA y sigue trabajando!
Tercero, no dejes de ¡PREGUNTAR!
Nos encontramos pues con dos extremos, el sentido nulo de la empatía y la empatía desbocada (que termina siendo otro problemilla ahí escondido: PONGA-SU-PROBLEMA-AQUÍ). Para ello es importante encontrar el equilibrio de empatía necesario y saber manejarla en cualquier situación que sea requerida.
¿Estás siendo lo suficientemente o excesivamente empático con tu entorno? ¿Y contigo mismo?
Bon dia, bravo por acercar la cuestión de la empatia! Me ha parecido una buena reflexión… Con tu permiso, yo añadiría que la excesiva empatia, y cuando lo vives demasiado en tus carnes, no es tal, sino que te sientes identificada porque hay algo que toca tuyo y te lo llevas a tu propia vida.
apa maja!
Me ha encantado la pegatina, y fíjate que no me había dado cuenta de que la tienes en el portátil. Un placer leerte
La tengo escondidita y sólo la veo a la que saco el portátil de la mochila o lo vuelvo a poner! 😉